Hace más de 150 años, cuando Internet no era siquiera un sueño, el visionario Julio Verne imaginó algo similar a la gran red que hoy condiciona nuestro día a día. El escritor francés incluyó en París en el siglo XX (1863), su obra perdida, la idea de un telégrafo mundial que funcionaba como una gran red de telecomunicaciones. Otras imágenes 3 Fotos Verne no fue el único que fantaseó con algo parecido a la actual Internet. En el relato de 1898 From the London Times of 1904, Mark Twain definía el telectroscopio como un dispositivo que, conectado al teléfono, daba acceso a una gran red global de información compartida que incluía audio y vídeo. Nikola Tesla en 1909, Paul Otlet (padre de la documentación) en 1934, H.G. Wells en 1937 (World brain) y Jorge Luis Borges en 1939 (La biblioteca total) aventuraron ideas muy cercanas a la telefonía móvil, la World Wide Web e incluso la Wikipedia. En 1968, ya con más pistas, Arthur C. Clark y Stanley Kubrick imaginaron el iPad y los diario digitales en 2001: Una odisea del espacio; y en 1985, Orson Scott Card volvió a insistir en la idea de las tabletas y adelantó con mucha exactitud los foros de Internet en El juego de Ender. Finalmente, cuando Internet vio la luz, muchas de estas profecías se cumplieron y otras fueron incluso más allá. En los últimos veinte años —en los que se ha vivido la gran explosión de este prodigioso invento—, Internet ha avanzado de revolución en revolución: el correo electrónico, los buscadores, la mensajería instantánea, los blogs, el boom del vídeo, el comercio electrónico, las redes sociales, el salto a los dispositivos móviles, la economía colaborativa… Ahora, en pleno 2015, parece claro que ese proceso no ha concluido. Internet seguirá creciendo y mutando a base de revoluciones. Pero, ¿cuál será la siguiente?, ¿como será la Red dentro de cinco, diez o quince años? Con motivo del Día de Internet —que este año ha caído en domingo, por lo que muchos eventos tendrán lugar el lunes 18 de mayo—, recurrimos a algunos grandes expertos españoles para tratar de adivinar cómo será la Internet del futuro. La Internet de pasado mañana Una idea parece clara, Internet acabará siendo algo ubicuo, estará en todas partes y haciendo funcionar multitud de cosas, pero no le prestaremos atención. La veremos como vemos hoy la electricidad: sabemos que está ahí, pero no nos referimos a ella constantemente. «Internet va a desaparecer, simplemente asumiremos que está ahí, pero para desaparecer antes tiene que estar en todas partes», asegura Ángel María Herrera, emprendedor y fundador de Bubok, plataforma online de autopublicación de libros. Herrera señala que ese proceso «ya lo estamos viendo en ideas como los wereables», dispositivos incluidos en prendas de vestir y complementos, así como en el llamado Internet de las cosas (la evolución de lo que hasta hace poco solíamos llamar domótica), que supone la conexión constante de todo tipo de objetos —vehículos, electrodomésticos, edificios…— a Internet.. Todo esto también está «muy unido al concepto de big data», la ingente cantidad de datos que se generan cada minuto. Un iPhone actual tiene más capacidad de computación que la NASA cuando el hombre llegó a la luna, así que la cantidad de datos generados por persona y unidad de tiempo ya es inmensa. ¿Cómo será entonces dentro de una década? Javier Rodríguez Zapatero, director de Google España y Portugal, añade otra cifra mareante. «Toda la información generada desde que comenzó la humanidad hasta 2003 cabe en cinco exabytes, ahora cinco exabytes de información se generan en seis horas», asegura. La revolución tecnológica se ha centrado mucho en el ‘software’ en los últimos años y es hora de que toque el ‘hardware’ Zapatero no se lanza a la futurología a largo plazo. «Hacer predicciones a más de diez años es muy arriesgado. Es posible que podamos hablar con las máquinas, que nos contesten… Será un mundo en el que todo irá mucho más rápido. Yo creo que todo será mejor si la sociedad es capaz de entender cómo la tecnología puede hacernos evolucionar y nosotros somos capaces de encarrilarla por el camino correcto», comenta a 20minutos. Bernardo Hernández, emprendedor y Business Angel que ha estado muy vinculado a empresas como Google, Idealista, Tuenti y Flickr, tampoco se atreve con el futuro lejano. «Aquí iba a estar yo si supiese lo que va a pasar en diez años. Lo único cierto es que los cambios sucederán muy rápido y algunos de ellos serán totalmente impredecibles, como lo han sido hasta ahora», cuenta. Sin embargo, sí se atreve con un futuro más a corto plazo. «Veo cuatro importantes catalizadores del desarrollo de Internet en los próximos años. El primero es el del contenido para móviles. Ahora que se han convertido en los ordenadores personales con los que más tiempo pasamos, necesitamos más cosas que hacer con ellos, que la búsqueda en los móviles funcione y que realmente gestionen muchas más de nuestras actividades diarias (salud, comunicación, pagos…)», explica el experto. «El segundo tiene que ver con el hardware. La revolución tecnológica se ha centrado mucho en el software en los últimos años y es hora de que toque hardware importante como los coches, los drones, los electrodomésticos de casa… El tercero tiene que ver con la biología. El desarrollo de la capacidad computacional, el big data y los nano devices va a permitir un desarrollo exponencial de los avances bioquímicos y genéticos. El cuarto tiene que ver con los bancos, lo que ha venido en llamarse FinTech. Vamos a ver importantes desintermediaciones en la banca tradicional en los próximos años», añade Hernández. Fernando Encinar, cofundador de idealista.com, añade un par de ideas más. «Creo que las claves sobre las que avanzará en los próximos años vendrán marcadas por nuestra realidad del día a día: la exigencia de transparencia a todas las instituciones y organizaciones con las que nos relacionamos. No debemos olvidar tampoco el desarrollo que previsiblemente vivirá el fenómeno de la economía colaborativa, basada en compartir recursos entre los usuarios», reflexiona, aunque insiste en un futuro que parece obvio, la evolución del Internet de las cosas. «Hoy en día ya hemos vivido una mutación desde los PC hasta los dispositivos móviles, pero ya estamos asistiendo a la aparición de nuevos tipos de dispositivos (como el Apple Watch) que cambiarán de nuevo la manera en que utilizamos la tecnología en nuestro día a día», comenta Encinar. Internet para todos y en todas partes El CEO de Tuenti, Sebas Muriel, lo tiene muy claro: «la innovación y la movilidad están marcando y marcarán el futuro de Internet, un futuro que pasa por usuarios siempre conectados y en la nube». «La conectividad total, el Internet que va con uno mismo a todos lados, la digitalización global no tiene marcha atrás. Y lo más importante es que veremos avances que redundarán en que la gestión de la comunicación sea más sencilla, cómoda y eficiente para los usuarios», afirma. El Internet de las cosas algo fundamental e imparable, algo que transformará radicalmente nuestras vidas Todas estas ideas las resume muy bien Aquilino Antuña, director general de Quantis, empresa española que se dedica a suministrar Internet vía satélite. «Vamos hacia un mundo en el que no podremos quedarnos aislados en ningún rincón del planeta», asegura. Antuña está convencido de que la tecnología vía satñelite es clave para el futuro de la Red. «La única manera de que todos los habitantes del planeta tengan acceso a Internet en un plazo razonable es usando las nuevas constelaciones de satélites de alta capacidad y así lo ha entendido O3B, que quiere dar cobertura a los 3.000 millones de personas que siguen desconectados. Si lo hiciéramos con infraestructuras terrestres, nos llevaría otros 50 años», explica el experto. «Sin el satélite, la brecha digital en Europa no se resolverá nunca», añade. «Confío que en cinco años dejemos de celebrar el Día de Internet, será algo sin sentido, como si hoy celebráramos el «día de la electricidad». Tenemos que llegar a un punto donde si alguien no está conectado es porque no quiere. De la misma manera que no puede haber nadie aislado tampoco puede haber nada aislado. El Internet de las cosas algo fundamental e imparable, algo que transformará radicalmente nuestras vidas. El cómo lo definirá la generación que hoy tiene 18 años. El Internet de las cosas creará un entorno automatizado donde cada vez haremos menos actos físicos, dejaremos de dedicar tiempo a cosas que se harán solas», aventura Antuña. Frigoríficos que avisan cuando los yogures van a caducar y hacen pedidos automáticos al supermercado, coches que detectan los aparcamientos libres y guían al conductor hacia ellos, calefacción que se regula por sí misma, fuentes y farolas que avisan cuando tienen una avería y envían a los técnicos toda la información relevante sobre la misma… Ese el futuro que nos depara la evolución de Internet, siempre y cuando los expertos de hoy tengan tanto tino como tuvieron Verne, Twain o Tesla en su día.